El solsticio de verano es un hecho astronómico que se da cada año en el hemisferio norte entre los días 21 y 23 de junio: el eje del planeta ha llegado a su mayor inclinación con respecto al Sol.
Este hecho hace que el astro rey se encuentre en su máxima potencia. Es el día más largo del año y la noche más corta.
En términos mitológicos, el Niño divino que nació en el solsticio de invierno, ha llegado a la edad adulta.
Sabemos que a partir de aquí, la luz solar irá disminuyendo poco a poco hasta Navidad.
Por otro lado, es el momento del año de máxima fertilidad y abundancia: la naturaleza no deja de crecer y florecer.
En Europa, las antiguas tribus germánicas y celtas ya celebraban la gloria del dios en su punto máximo y la abundancia de la tierra. Y lo hacían encendiendo hogueras en las cimas de las montañas y prendiendo ruedas de paja que hacían rodar colina abajo hasta llegar a un embalse. En esta celebración el fuego es importante; el agua, también. Sin la delicada interacción entre el sol y la lluvia, la tierra no daría sus frutos.
Por eso actualmente continuamos celebrando durante estos días, rituales relacionados con el fuego y el agua.
Con la llegada del cristianismo, todas estas celebraciones paganas fueron convenientemente “cristianizadas”: el solsticio de verano pasó a ser la Fiesta de San Juan.
Curiosamente, San Juan Bautista bautizó a orillas del río Jordán a su primo Jesús. De nuevo, aparece la importancia de la interacción con el agua.
Pero dejemos a un lado la historia, y centrémonos hoy en los rituales y actividades que podemos realizar en estos días.
A mí me gusta celebrar rituales diferentes para el día del solsticio de verano y para la Noche de San Juan, aunque ya sabemos que se trata de la misma fiesta.
La semana que viene escribiré otro artículo con los rituales para la noche de San Juan, y en este voy a centrarme en los rituales para el día del solsticio de verano.
Este año 2023, el solsticio de verano es el día 21 de junio. Se trata de un día lleno de energía, de vitalidad y de abundancia. Para este día, te propongo lo siguiente:
- Levántate temprano y contempla la salida del sol. Mientras lo haces, piensa en un deseo y envíalo hacia el Sol naciente.
- Rodéate de símbolos solares: dibuja un gran sol o imprime una foto y colócala en la estancia principal de tu casa; también puedes vestirte y ponerte joyas de colores amarillos y anaranjados; coloca limones y naranjas en un recipiente a la vista de todos y cocina luego con ellos (tómate una naranjada o una limonada).
- A medida que el sol empiece a ponerse, busca tu espacio de calma y enciende una vela naranja o dorada y medita unos instantes sobre la importancia que tiene el Sol para la vida en la Tierra. Agradece esta interacción.
- Finalmente, aprovecha para ritualizar tus objetos sagrados: coloca alrededor de esta vela todas tus “herramientas de bruja” (cartas, péndulos, minerales y amuletos) y deja que el poder energizante del Sol, representado por la llama de esta vela, limpie y energice todos estos objetos. Deja consumir la vela y a la mañana siguiente puedes recogerlo todo.
Ya sólo me queda desearte un FELIZ SOLSTICIO DE VERANO🧙♀️
La semana que viene te traeré más rituales para celebrar la Noche de San Juan. Te recomiendo que te suscribas a mi boletín de noticias y/o que me sigas en redes sociales para que no te pierdas estos artículos.
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Hasta la próxima semana, recibe un cálido abrazo de luz.
Rosa M. Fraire (juny 2023)